Alivio del resfriado y la gripe
Navegando por los síntomas del resfriado, la gripe y los virus
En Estados Unidos, la temporada de resfriados y gripe suele llegar alrededor de octubre y dura hasta mayo, alcanzando su punto máximo entre diciembre y febrero. Cada año varía en cuanto al número de personas afectadas y la gravedad de las enfermedades.
Distinguir el resfriado común de la gripe
El resfriado común y la gripe (influenza) suelen presentar síntomas similares, lo que dificulta diferenciarlos. Generalmente, la gripe es más grave que el resfriado común y se manifiesta con síntomas como fiebre, dolores corporales, fatiga y tos seca. Por el contrario, el resfriado común suele implicar secreción nasal, congestión y estornudos. Ambas afecciones son comunes, contagiosas, de corta duración y, por lo general, manejables sin intervención médica.
Pacientes con gripe de alto riesgo
Ciertas personas, incluidos niños pequeños, ancianos, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas o sistemas inmunológicos debilitados, se consideran de alto riesgo de contraer influenza y sus complicaciones. Deben consultar a su médico si experimentan síntomas similares a los de la gripe.
Descifrando infecciones virales y bacterianas
Si bien las bacterias pueden ser inofensivas o incluso beneficiosas, la mayoría de los virus son patógenos y provocan enfermedades. Los virus secuestran células sanas para replicarse, provocando diversas enfermedades, como el resfriado común y la gripe, que no pueden tratarse con antibióticos.
Las infecciones bacterianas comunes incluyen faringitis estreptocócica e infecciones del tracto urinario, que pueden tratarse con antibióticos. Sin embargo, el uso generalizado de antibióticos ha dado lugar a cepas de bacterias resistentes a los antibióticos, lo que plantea riesgos y enfatiza la importancia del uso limitado de antibióticos. Algunas infecciones, como la neumonía, las infecciones de oído y la sinusitis, pueden ser de origen bacteriano o viral.
Manejo de los síntomas del resfriado y la gripe
Muchas personas recurren a medicamentos de venta libre para aliviar los síntomas del resfriado y la gripe. Sin embargo, estos medicamentos pueden tener efectos secundarios y no siempre brindan un alivio completo.
El sistema linfático, el sistema nervioso central y la atención quiropráctica
El sistema linfático, compuesto por órganos, ganglios linfáticos, conductos linfáticos y vasos, desempeña un papel vital en el transporte de linfa, un líquido claro/blanco que contiene glóbulos blancos y quilo, desde los tejidos al torrente sanguíneo. Este sistema es parte integral del sistema inmunológico, y los ganglios linfáticos generan células inmunes para combatir las infecciones.
El líquido linfático se impulsa por todo el cuerpo a través del sistema musculoesquelético y depende de las contracciones y movimientos de los músculos. Además, una investigación publicada en Nature en junio de 2015 reveló una conexión entre el sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal) y el sistema linfático.
Estas intrincadas conexiones entre el sistema musculoesquelético, el sistema nervioso central y el sistema linfático ayudan a dilucidar cómo los ajustes quiroprácticos pueden mejorar la función del sistema inmunológico. La atención quiropráctica se centra en las subluxaciones de la columna, donde las vértebras pueden salirse de su posición, impidiendo la comunicación adecuada dentro del sistema nervioso central y obstaculizando el movimiento musculoesquelético.
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